… despertar espiritual
….ya en algún momento un amigo me había invitado, honestamente me parecía un poco tonto todo
esto porque yo ya lo había intentado una, otra vez, y no funcionó. Era tantas
mis ganas de salir de ese gran abismo, que yo
busqué algún sitio, un rincón que me acogiera con un poco de calor, con un poco
de amor; porque el espacio en ese cuarto empezó a ser más grande cada día,
porque la ausencia de tanto amor en ese hogar se empezaba a hacer más notorio,
porque las noches empezaban a llenarme de temor, tenia mucho miedo. Había ratos que ya no sabía de dónde venia
tanto dolor, tanta soledad, una angustia que quemaba. Empezaba a caminar sin
rumbo, siguiendo huellas que parecían ir a algún lado pero no sabía exactamente a donde me llevaban, me aferré a caminar,
pero el peso que cargaba sobre la espalda era tan grande que empezó a mitigarme
la esperanza.
… sentir que no llegas al final, sentir que del otro
lado no hay nada, que estás perdiendo el
tiempo, sentir que está demasiado lejos y desesperarte por querer llegar y no
saber de quien agarrarte, qué rumbo tomar. Seguir caminando sobre la misma
vereda por miedo a cambiar de rumbo, por miedo a intentarlo otra vez y sentirte
defraudada.
Después de un tiempo, empezaba a aceptar esto como
parte de mi vida, como si la felicidad consistiera en esto, empezaba a querer
convencerme de que era feliz, que ya no había más felicidad que esta, que no
era posible más amor, más paz, que era todo lo que había y empecé a vivir con ello en mi corazón y
caminaba por caminar, porque me sentía obligada a hacerlo pero a nada le
encontraba un sentido agradable.
Valle llegó a mí a través de un amigo, se acercó a
mí cuando yo me encontraba perdida, con
ganas de hallar algo que me hiciera ver que valía la pena esta lucha, me invitó a vivir nueva experiencia, un despertar espiritual. Un día sin pensarlo me decidí a ir y si bien
no es le lugar más lujoso del mundo, descubrí que era el mas hermoso, un lugar
lleno de amor, un lugar donde te reciben con un abrazo haciéndote sentir como
en casa, donde no hay egoísmo, donde no hay ricos ni pobres, todos somos
hermanos, un lugar donde tuve la oportunidad por primera vez de sentir a Jesús
a mi lado convenciéndome que no estaba sola que todo este tiempo él ha estado
conmigo.
Un lugar donde por primera vez tu la oportunidad
de ir al interior de mi alma y darme cuenta de tantas cosas que tenia ahí
atoradas, tanto odio, tanto dolor, tanta tristeza que esta ahí desde hace mucho
tiempo, pude viajar a mi niñez y abrazar a la niña que había dejado
abandonada, lloré como nunca, perdoné y
pedí perdón por lo errores cometidos y descubrí que todo eso que yo guardaba en
mi corazón y que me negaba a compartir porque me dolía, todo eso era lo
mitigaba mi felicidad, que la soledad no existe, que soy yo la que no ha
querido recibir ese amor, que el mundo no va a cambiar y que no necesito a
nadie más para estar feliz, que soy yo la que debe llenarse de amor y
compartirlo y solo así podré alimentar mi alma, que esperar algo de los demás
es una perdida de tiempo y permanecer al lado de una persona que no te ama es
una tontería. Todo esto no lo sabía hasta que me di la oportunidad de dar a
conocer mi alma, poner mi sensibilidad a disposición de Jesús, poner mis oídos en
sus palabras, poder mi corazón en sus manos y pedirle con todo el alma una oportunidad
para seguir luchando; y fue así como poco a poco mi alma se empezó a llenar de
una nueva esperanza….se empezó a llenar de amor…de fé… de ilusión…de vida.
... ahora camino de su mano, dispuesta a seguir luchando como una guerrera.
Gracias señor por encontrarme.
... ahora camino de su mano, dispuesta a seguir luchando como una guerrera.
Gracias señor por encontrarme.
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