18 de octubre de 2012


…deja esta relación en manos de Dios, que sea como Él quiere, si  Él lo permite estaremos juntos, solo si  Él lo desea, cálmate y deja que haga su voluntad mientras tu haces lo tuyo, no pienses de más, ni entres en locura por lo que pueda pasar, sea lo que sea será lo mejor porque es su decisión, respétala… no tengas miedo, si me permite estar a tu lado te llevaré de la mano, si decide dejarnos caminar por rumbos distintos entonces nos ha preparado algo mejor y te dará fuerzas para seguir… solo pon mucha atención….

Estas fuera sus palabras cuando creí que no era posible.

...  no había experimentado esta sensación tan bonita de querer compartir  mi vida con otra personita, he sido sumamente egoísta,  me había sentido con el valor de darme la vuelta cuando algo serio se avecinaba.  Me preocupaba mucho mi futuro, ciertamente quería lo mejor para mi y si algún día me casaba pensaba seriamente en asegurar un futuro digno para mis hijos, también quería comprar una casa grande para mis padres, quería hacer muchas cosas, menos casarme… pero cuando pensaba en eso no lo tenia a mi lado, ahora me roba mas que pensamientos,  me roba ilusiones y se ha colado a formar parte de mi vida, mi plan favorito es conquistarlo cada día, a su lado he descubierto sentirme amada, protegida, a veces descubierta pero comprendida y respetada, con la libertad de ser YO sin temor a nada; yo no puedo evitar  contagiarme de su emoción cuando me toma de la mano y me dice que estaremos juntos, le creo, hoy quiero creerle, ya no hay pasado, no hay futuro, soló está  El.
Quiero contarte un secreto: … ¡me ha propuesto matrimonio!,  y por primera vez mis lagrimas rodaban de felicidad, estaba nervioso pero no quitaba sus ojitos sobre mi, sus manos temblorosas apretaban las mías  y con una sonrisa temerosa esperaba una respuesta… ciertamente me agarró sorprendida, pensaba en no creerle, pero un TE AMO  lo corroboró todo, lo abracé y con mucha delicadeza susurré la respuesta en su oído, solo sonrió y me abrazo dándome vueltas como loco, yo no lo podía creer, me desconocía por completo pero su ilusión de presentarme ante Dios como su esposa me llenaba de mucha emoción, de mucha alegría y al mismo tiempo de mucho temor, porque si a alguien le guardo respeto es a Dios pero era mi mejor testigo de que quería ir de su mano para toda la vida, como su esposa, como su novia, como su amiga… para toda la vida.