…
inevitablemente extrañando a mi amadísimo grupo de Valle, que en estos momentos
celebra una junta más haciendo retumbar en los corazones de sus soldados las
palabras que Dios a través de sus
elegidos nos hace llegar. Hoy
seguramente se reparte el café de valle con el mismo amor, con la misma
alegría y se tomarán de las manos cerciorándose
de no estar solos, elevando a nuestro creador una alabanza como muestra de
nuestro agradecimiento , y aunque yo no esté presente en cuerpo la realidad es
que mi alma está en valle y en este
momento desde mi corazón rezo con profunda
fe para hacerles llegar mis oraciones
hasta hacerme sentir ese abrazo caluroso de todos lo días, hasta sentir el
calor de nuestro hogar, hasta sentir que vuelvo a estar con ustedes, que no me
he ido. Dios me ha enviado a esta batalla y desde aquí me forjo como su
guerrera, pero estaré ahí festejando
esos cinco años, estaré ahí emocionada de ser parte del ejercito, contenta y agradecida, porque no pude tener
mejor regalo que sentir la magia de Dios
en mi corazón, Muchas Gracias Señor.
… De pronto comprenderemos que
Dios está haciendo por nosotros lo que nosotros mismo no podíamos hacer