Que fuerte ¿no? Escribir siempre será más fácil, dímelo a mí, pero hay cosas que se tienen que decir de frente, con la cara en alto frente al otro, decir las cosas como son, sin titubeos, sin mentiras, como salgan, aunque duelan pero que sean honestas, que sea lo que verdaderamente te sale del interior, con el mismo valor con que son escritos tus poemas… vamos… quiero escucharlo.No seas quien finge felicidad frente al otro, no tiene caso, porque si temes hacer daño ya haces más de lo debido. Dame la oportunidad de decir algo a mi favor o darte la razón, grítamelo si quieres, con el mismo coraje de tus letras, desahógate que eso nunca ha sido malo, porque ante todo sabíamos escucharnos hasta que tu dijiste que No.
Y si las letras te gustan, pues déjame decirte por este medio que de nada me arrepiento, todo lo he vivido a mi manera y estoy contenta. Por ser tu amiga y no ser nada, ya supe que es “ser todo” y también lo disfruté, te amé hasta el cansancio, hice lo que pude y otras cosas importantes las deje ir también, te perdí en algún momento y lo siento, pero quiero seguir, quiero empezar de nuevo porque todavía sueño y si algún día te encuentro de nuevo quiero hacer las cosas bien, siempre lo intento; sé que te hago daño, lo veo en tus ojos aunque lo escondas detrás de esas palabras bonitas, de eso si me arrepiento pero hay cosas que no puedo hacer sola, necesito que estés de acuerdo y tu pierdes la razón, tu sufrimiento fue siempre para ti, nunca lo has querido compartir, a mí me das lo aparente aunque sé que hay algo más, no te dejas ayudar..
Si, si me acuerdo ti. Yo soy aquella niña, como olvidarte. Después de cada intento diario, después de tantos detalles, después de tanto titubear te entregué mi corazón, te quise y luego te amé, tú no sabias si era amar o querer pero yo recibía algo hermoso de tu parte y no lo cuestioné. Nos divertimos juntos, no lo olvides, nosotros inventamos el juego. Tal vez sí mentí en algún momento, pero nada serio porque cada te quiero fue honesto, cada mirada, cada caricia me venia desde adentro.
Todo es malo sin límites, alguien dice que el único exceso que se perdona es la gratitud. Mientras te amé nunca pensé en condiciones, es tonto. Yo también perdoné errores, también he llorado y cuando no hubo nada que hacer fui yo la valiente, fui yo quien quiso empezar de nuevo, fui yo quien puso limites y tu los violaste, no vengas con esto porque quise hacer las cosas bien en su momento y tu te hiciste a un lado, todo esto lo construimos juntos, y yo asumo mi culpa. De placer no me hables, ya sabes lo que pienso…
Supongo que está de más lo que siga escribiendo, no lo leerás… porque si un día te lo digo, lo haré de frente.
