Hola, buenas noches.
Soy Victoria y soy neurótica depresiva.
Hoy vengo con muchas
ganas de contarles de esta experiencia en la cual tuve una inmensa necesidad de
sentarme a escribir por segunda vez. A pesar de que mi primera escritura fue
apenas hace 3 meses, la verdad es que me perdí
entre tantas cosas que pasaron y que yo no entendía, porque después de
unos cuantos días la angustia volvió a ser la misma y los problemas en lugar de
disminuir crecieron y yo no le encontraba mucho sentido a esto, si me quedé es
porque la soledad en mi casa empezó a ser muy grande hasta darme miedo, aunque
llegó mi familia y está conmigo por primera en muchos años la verdad es que no era capaz de soportarlos, a nadie.
Hubo ocasiones en las que llegaba al
grupo y Richard se acercaba y me
abrazaba como adivinando la ausencia de felicidad en mi corazón, como
adivinando ese deseo de que alguien te diga que no estas sola y que todo va a pasar, también hubo una ocasión en la que internamente
venia devastada a la junta como tratando de hallar alguna luz y se acercó el
padrino Anuar, me dio un abrazo y un “Dios
te bendiga” con esa voz que te llega al
alma y mi corazón retorcido fue a capaz
de volver a tomar su ritmo. Recuerdo que
al principio todos me decían “solo quédate” , ” lo mejor esta por venir “ y
quise creer porque no tenia muchas opciones, o creía o seguía perdida en mi mundo, después
de todo ya había soportado mucho, no podía ser tan malo, así que acepte y con
el paso del tiempo venir al grupo ya era
una necesidad, una necesidad de confortar mi corazón con algo porque mi cabeza
y mi alma estaba echa pelotas entre tantos recuerdos vividos desde esa
experiencia, algunos de los cuales me daban mucha vergüenza y no fui capaz ni
siquiera de escribirlos, era algo que estos últimos días me pesaba, me traía
con una intranquilidad y una angustia que yo no podía entender pero que podía
percibir. La verdad es que hoy las cosas en mi familia van igual o peor cada
día, y todo el peso de esos problemas los llevaba sobre mi espalda, enojada,
frustrada, llena de coraje, sin ganas de estar en mi casa porque cada vez que
llegaba en lugar de descansar sentía que mi corazón se hundía más, y un día de esos deje de querer venir al grupo
porque honestamente había veces que a
nada le encontraba sentido.
Gracias a Dios, pude
sentarme con un padrino a platicar antes de esta experiencia y después
de algunas sugerencias y consejos decidí volver a intentarlo, buscar eso que me
tenia así estos días y que no podía comprender, porque a pesar de que mi primer
apadrinamiento fue muy hermoso la verdad es que creo que no tenia disposición
de vaciar mi alma por completo, solo había vuelto abrir las heridas y las había
dejado abiertas porque las abrí solo en pensamientos y no permití que fueran
sanadas.
El sábado me senté a
escribir muy nerviosa, como cuando me
van a hacer un examen muy importante y yo no me he preparado, tenía miedo de
que no funcionara pero esta muy dispuesta a hacer todo por sanar mi corazón,
por regresar en paz, por regresar viva y escribí todo o al menos todo lo que yo recordaba…
Tuve el gran honor y
el hermoso regalo de que me apadrinara Richard, nunca en mi vida me había
sentado con alguien a llorar, a platicar
de mi vida, de lo mas triste, es más me di cuenta que a mi edad no tengo
ninguna amiga, no conservo a nadie… y a los amigos que he tenido de mi vida les
cuento muy poquito y la mitad son puras mentiras porque lo que menos me ha
gustado es que digan “pobrecita”, porque me lo han dicho.
La verdad es que para
serles honesta a mi me costó muchísimo cuando empezó a apadrinarme, pero
muchísimo. Yo leía las hojas pero no sentía nada, cerraba los ojos, las volvía a leer y sentía
como si existiera una barrera en la cual todo lo que leía rebotaba en ella y no
permitía que las palabras que salían de mi boca llegaran a mi corazón, y no
podía derrumbar esa barrera, hubo un momento en que le dije al madrina que no
podía, que no podía… no sentía nada. Así estuve un buen rato, hasta que Richard empezó a aventarme de regreso todo
eso que había rebotado, empezó a atacarme con las mismas palabras que yo no permitía
que entraran a mi corazón y entre golpe y golpe la barrera poco a poco iba
cediendo hasta que hubo un momento en el que Richard me inca y no se como caigo
al suelo, pero en el momento que mis rodillas caen hagan de cuenta que la pared
se viene abajo por completo y todo entra muy de sopetón a mi alma, empecé a
sentir una guerra de sentimientos en mi cabeza, Berree como nunca, grite como
nunca, me sentí como nunca…. Y hoy estoy también como nunca.
Y luego viene la
parte más hermosa en donde puedo pedir perdón y perdonar desde
el fondo de mi corazón a las personas que tanto daño me causaron, poco a poco
fui tranquilizando mi corazón, mi mente y empiezo a ver colores, veo blanco,
azul, verde y rojo pero varían, como un contraste entre ellos, de pronto
Richard no sé que hace sobre mi cara, no se, estaba con los ojos cerrados y me dice que pusiera atención porque todo iba a
cambiar de color, como si hubieran derramado
algo sobre mis ojos, como un baño
de agua fría y puedo ver el un reflejo
plateado sobre un cielo totalmente oscuro y despejado y poco a poco ese reflejo
se va haciendo cada vez más pequeño hasta convertirse en una estrella y puedo
ver el cielo estrellado, todo paso muy rápido, luego siento como si una
estrella se me vinera sobre la cara y pudiera ver a través de ella con un túnel, un túnel que va a dar a una cueva
azul marino, un azul marino muy intenso,
y me quedo parada y puedo ver a lo lejos una caja o algo parecido y
dentro hay algo pero no sé qué es, no puedo llegar, solo puedo verlo… luego
todo se desvanece hasta ser otra vez blanco, totalmente blanco…
Luego Richard me
levanta y me abraza…. la verdad sin temor a equivocarme puedo decir que recibí
el abrazo de mi vida, las palabras más hermosas de mi vida, porque he recibido abrazos y muchas palabras
bonitas pero no se han quedado en mi corazón como estas, hoy sé que no estoy
sola, hoy sé que tengo a Valle, hoy sé que tengo un amigo… el sábado pude
recibir lo que anhele por mucho tiempo de muchas personas y nunca llegó hasta
ese día, hoy sé que mi padrino cree en mi, que valle cree en mi y que si no
cree el de allá arriba nunca falla… hoy me siento llena de mucho amor, de mucha
paz, de mucha tranquilidad… hoy estoy muy agradecida con Dios por el regalo que
a través de mi padrino quiso hacerme llegar y vaya que me ha llegado porque hoy
estoy de maravilla, hoy estoy muy contenta
y no puede haber mejor regalo que este…24 horas, Gracias.